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lunes, 29 de junio de 2015

Ideas vagas en mi cabeza

Al fin tengo un poco de tranquilidad en mi cabeza! Quizá esa es la verdadera razón por la que sigo pensando en el. 

Tengo que pasar todo el día con aquel sentimiento de quererlo abrazar y consentirlo, sabiendo que no puedo, por más que muera de ganas de hacerlo. Se ha convertido en parte de mis fantasías, mis monólogos internos, mis sueños, mis delirios... 

Juré que no me enamoraría platónicamente de un tipo como el y hoy estoy que me muero de ganas de sentir uno de sus besos, de tener toda su atención, de poder vibrar con sus caricias, de poder decirle lo que siento y lo que me pasa con el hecho de tenerlo junto a mi, en la empresa, en mi vida, en mi mundo, en mi todo... 

Ver cómo dedica su tiempo a conversar con sus amigos, como trabaja, cómo es capaz de generar en sus pensamientos mil y una solución a todo. 

Me he enamorado sin realmente conocerlo del todo... me gusta mucho, mucho más de lo que me pudo interesar mi ex amor, al cual le dediqué más de dos años de mi vida, pese a que todavía hablamos, ya no pienso en el como el hombre para toda mi vida.

A unos pocos días que termine mi proyecto, solo pienso y espero que haya cambios en mi vida, cambios para bien, para crecer y aprender nuevas cosas en mi vida; cambios que me permitan desarrollar lo que realmente me gusta, sentirme libre y sobre todo, a ser una mejor persona día a día.


sábado, 28 de marzo de 2009

El mayor delito cometido: Soñar

Qué puede doler mucho más que perder, qué duele más que los mismos sentimientos, qué duele más que llorar todas las noches, qué es más duro que salir mal en algo que te guste... El mayor delito que pueden cometer ante una persona es cortarle las alas y evitar que siga soñando...

Una persona sin sueños no siente, no expresa, no opina, no piensa, no sabe más de dolores, porque perdió la esperanza, la ilusión de poder volar algún día hacia aquel lugar mágico con el que siempre soñó...

Pero sin alas, no tiene sueños, tiene un corazón en más de mil pedazos, una herida insanable, honda y cada vez más cruda...

Alas que ni volviendo a iniciar el camino volverán a ser...