Increíble cómo pasa el tiempo... Aún no puedo creer que tengo un año viviendo ya en San Salvador, lejos de mi casa, de mis padres, de mi familia, prácticamente independiente y financiando cada uno de mis gustos...
Pese a que hay muchas cosas por aprender, la vida me ha permitido poder crecer en una familia unida, poder conocer amigos que de verdad valoro y nunca olvido; gente que me ha hecho daño, pero que me ha permitido crecer y ganar experiencias que de otra manera no habría logrado; sentir lo qué es tener a alguien que esté pendiente de ti aunque sea por un tiempo... En fin, muchas cosas que, si no las manejo sola, no sabría que podía hacerlas...
Me siento feliz, he conocido mucha gente nueva, ganando nuevas experiencias y creciendo día a día como persona... Solo espero que este año sea el comienzo de muchas cosas buenas por venir en mi vida y que pueda seguir sonriendo pese a todo lo que nos pasa en el día a día...
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