lunes, 9 de marzo de 2009

La alegría de un niño

Cuan importante es ver la vida como unos niños... Hace un par de días andaba triste por circunstancias de la vida, sin ganas de nada, pero a la vez proponiéndome nuevas metas y retos para sentirme mejor.

El jueves tuve la primera clase de inglés en la U :D... Luego de muchos años de disque saber inglés pero no practicarlo, sentí la necesidad de inscribirme en un curso para ver si esta vez si logro hablar un tanto más ese idioma y así cumplir con uno de los requisitos para solicitar un trabajo en el país. Pese a que solo llevo tres días de clase, mis compañeros me han recibido con los brazos abiertos, y prácticamente ya me integré al grupo...

El viernes fui como de costumbre por mi hermano al colegio donde estudia, pero estaba en reunión, así que me tocó esperarle. Me había sentado en una banquita a esperarlo, estaba algo triste cuando de repente llegó un niño de unos 2 o 3 años de edad al lugar donde estaba sentada y me dijo, "hola" con una gran sonrisa en su rostro y con una cara con la que me hizo sentir como que debía de dejarme de sentir triste y sonreir porque habían muchas cosas a mi alrededor para disfrutarlas sin sentirme mal.

A veces pienso que dejo de sentirme bien por los problemas que todos en algún momento tenemos, pero deberíamos de imitar a los niños, porque siempre están contentos viendo las cosas tan simples que la vida les ofrece.

3 comentarios:

Mariocopinol dijo...

Los niños son una gran cosa!

Anónimo dijo...

cosaaaaa?????
cosaa?
son la maravilla del mundo no una cosa.

Ana Graxy dijo...

hace poco el pequeño juan (el conde,u know, para los q no se lo pueden, él es tipo nada flaco y super alto) me estaba contando q iba sentando en un bus, y q un niño se le acerco y le dijo: "Verdad q usted tiene super poderes??, verdad q usted solo con un brazo le da duro a ese señor??"... te podes imaginar q todas las personas q iban en el bus y escucharon, se morian de la risa y q obvio el conde, se sintio muy elogiado....

Ah los niños.... menos mal todos aún llevamos uno muy dentro.